No conozco mucho la discografía de Robert Palmer. Sólo he paseado a ratos por su álbum Clues. Y nunca me ha parecido algo excepcional. De hecho, Johnny & Mary, uno de los temas más celebres del disco y de toda la carrera de Palmer, me parece soso, aburridillo y algo pacato. Pero creo también que este hombre fue un auténtico currante de la música. Supongo que razonablemente honesto con sus gustos y sensaciones a la hora de acercarse a los tipos que dirigen la industria. Eso deduzco de la consulta de su biografía, un auténtico zigzag artístico, rico en luces y sombras. Aquí, sin embargo, creo que va por lo recto a un género clásico, el rock, de una manera magnífica. Con absoluta franqueza y sin guardarse nada. Aunque el rock es esencialmente do-fa-sol, no todos los temas de rock son iguales. Ejemplos hay. Algunas canciones impelen al baile de manera inmediata y contundente. Ésta es una de ellas. Que la disfruten.
PD. Este enlace es el de escuchar y, eventualmente, bailar la canción. Pero no sería correcto omitir que existe una versión de video "youtubiana", llena de chicas (irresistibles todas ellas, como no podía ser de otra manera), cuyo concurso no desmerece "casi" en absoluto, la calidad de la canción.
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