estrachas del ocelote

Pequeño almacén de letras



domingo, 25 de noviembre de 2012

Dietario Errático (29-03-2012)

Desde aquella primera vez en la que vi la película de Carles Bosch, hay tres palabras que me vienen a la cabeza con terca insistencia. Puede que quiera grabarlas en mi mente a maza y cincel, como si de su recuerdo dependiera la posibilidad de lograr una inmunidad acorazada ante la amenaza de la desmemoria.

Pero no creo que funcione, como no lo hizo el aprenderme de memoria las letras más chiquititas del tablero de símbolos y letras que se utiliza para el diagnóstico oftalmológico, allá por mis catorce años. Entonces pasé la revisión médica, es verdad. Pero ello no me ayudó a ver la pizarra en condiciones, así que no me quedó otra que hacerme amigo de unas gafas. Pero ¿cómo trabar amistad con el olvido, la falta de entendimiento o los trastornos de la conducta?

Bicicleta, cuchara y manzana son las palabras mágicas. Después de todo no resultan tan rebuscadas. Pero ay de ti, si un día las olvidas.

Hoy me ha dado por deambular tras estas palabras fáciles, y a la vez traidoras, y he dado con esta página:

 

 
Siguiendo idéntico principio por el que mantengo mis pies bajo las sábanas, para que el horrible monstruo que se esconde debajo de mi cama en las noches de terror, y que sé que no existe, no pueda atraparme el tobillo; y aunque nada me indica, hoy, que vaya a necesitar este tipo de depósito bancario en el futuro, he decidido hacer donación de un recuerdo en ella. Un recuerdo importante. De esos que cuando son manifestados con emoción, nos hacen sentir pudor, porque nos muestran simples o pacatos o cursis a los ojos de los demás. O todo a un tiempo.

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