estrachas del ocelote

Pequeño almacén de letras



domingo, 7 de febrero de 2010

Primavera en otoño


Si me oyeras, te contaría que la gente dice que este año el otoño se ha puesto terco, y no acude puntual a su cita, por mucho que el calendario pudiera censurarle su informalidad de niño chico. Te diría que dicen que los parques no lucen su aspecto de escenario de comedia romántica, con sus caminos de tierra blanca y los alcorques de los paseos teñidos de ocre y repletos de trabajo de escobón. Y parece que las trencas se impacientan en los armarios. No son, al final, tan distintas a las personas. La falta de calor humano les pone tristes. Como a mí. Quién sabe si como a ti, ahora que no sé si tendrás con quien charlar. He oído decir a los vecinos de nuestra casa, y a los que lo son de acera durante ese pequeño instante en el que puedo participar de sus conversaciones apresuradas, que esto no se veía desde hace tanto tiempo, que apenas quedan memorias de cuando la última vez. Todo esto sé por la boca de otros, porque yo ando sólo en intentar saber qué soy, ahora que no somos dos.

Ya ves. Tanto años para contarte mis cosas, y ahora no se me ocurre sino hablarte del tiempo. Como hacen las personas de escaso trato en los ascensores. Como si yo hubiera llegado a tiempo de tomar este ascensor postrero que no hemos podido compartir. Creo que la primavera en otoño de hoy es la última de todas. Porque ahora que no estás, ya no habrá otras primaveras.


Noviembre de 2009

4 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, quienquiera que seas.

    Un saludo
    Ocelote

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  2. Mas que bonito, añoro mis tiempos de otoño sentados en el umbral de aquel banco del parque al añochecer, aquel arbol, todavia habla de nosotros.........phsssss silencio, .......Escucha lo que dice: - Creo que el escribe cosas y alguna vez me menciona....

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  3. Una respuesta muy bonito, Anónimo. Gracias por la visita.

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