estrachas del ocelote

Pequeño almacén de letras



domingo, 20 de febrero de 2011

La energía del Carbono



Dicen ustedes que hay que ir abandonando mi energía (que no es mía, en realidad, sino suya aunque robada a mí desde hace siglos). Lo entiendo, créanme. Incluso mejor que ustedes lo entiendo. Mi pensamiento, mucho más práctico que el suyo, y a salvo de las limitaciones en las que se ven ustedes atrapados por culpa de eso, tan exclusivo, que llaman emociones, me permite comprender la realidad más nítidamente que a sus complicadas mentes. No es que me parezca mal esa tilde que ahora me ponen, y que cambia mi naturaleza histórica de héroe del bienestar humano a otra de elemento prescindible. Lo que llevo mal es que se hable de mí como si fuera yo el milenario guardián del Apocalipsis. Joder, ya son muchos años de esfuerzo. Ni sé cuántos, venga de quemaduras y combustiones, de pico y de pala, de ciclópeo taladro con punta de diamante: vaya ironía, la de esta agresión fratricida que han inventado ustedes; para que ahora me vengan con esta mandanga.

Me piro, vale. Me voy a descansar, y olvidaré este hastío (apenas unos cientos de años serán suficientes para borrarles a ustedes de mi memoria), mientras sigo diseñando formas diferentes de materia, para esa ciencia geológica de la que ustedes nunca han sabido aprender lo suficiente. Me voy, está bien. Pero sepan que en este baile de destrucción, en cuyo guión ni siquiera ustedes se ponen de acuerdo, yo no fui quien eligió al Oxígeno como partenaire.

C


Noviembre de 2007
Rev. en Noviembre de 2009

4 comentarios:

  1. ¿Te han puesto tilde? ¿Desde cuándo luces gorra?
    Los matrimonios de conveniencia suelen ser duraderos, por eso tu relación con Oxígeno continua pese a las combustiones. Tienes suerte, chico.

    .

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  2. Te agradezco tu participación, anónimo, aunque no estoy seguro de si existe algún mensaje ulterior en ella que no acabo de comprender, o no.

    Un saludo.

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  3. No hay mensaje extraño, Ocelote.

    No es que me parezca mal esa tilde que ahora me ponen,

    No sabía que te habían puesto(al carbono)una tilde.

    Pero sepan que en este baile de destrucción, en cuyo guión ni siquiera ustedes se ponen de acuerdo, yo no fui quien eligió al Oxígeno como partenaire.

    Los matrimonios de conveniencia bla, bla, bla... (al carbono)

    Mis respuestas no han sido para el autor sino para el carbono, ya que es quien habla.

    .

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