estrachas del ocelote

Pequeño almacén de letras



sábado, 23 de enero de 2010

Paseo de coches







En el Paseo de Coches del Retiro hay un carril de bicicletas dibujado en el suelo. Y a su lado, el otro espacio del Paseo se llena de patinadores y patineteros que ocupan su tiempo en disfrutar de no hacer nada. Y ya no se sabe si hay carril para peatones o cuál es éste; o quizá es que los peatones deben ir por la parte exterior del Paseo para poder ser abanicados por las hojas verdes de los árboles, y refrescados por la sombra de las estatuas; o quizá es que los espacios fueron cambiados un día en que a todos los caminantes les salieron por el cuerpo patines y patinetes y bicicletas; o quizá es que todo ya se hace confuso al mezclarse las voces de los mayores con las de los niños, y las de los niños con las de los títeres, y éstas con las de los mayores, otra vez, cuando a los artistas del guiñol les sobreviene la afonía; o quizá este domingo de calor hubiera sido mejor vestirse de barquero para refrescarse en este Estanque que no es tan grande como tu mar, ni tan pequeño como los cercos de mis lágrimas sobre tus cartas desteñidas; o quizá, al final, ni el Retiro entero con su orquesta filarmónica de estímulos y colores pueda ya distraerme de tu ausencia.

En el Paseo de Coches del Retiro ya no hay coches.







Junio de 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario