estrachas del ocelote

Pequeño almacén de letras



sábado, 23 de abril de 2011

Sudáfrica 2010: Cuando Argentina no fue la que queríamos que fuera






Jamás pensé que alguien se pudiera echar de menos a sí mismo, ¿viste? Antes me comía el mundo y mirame ahora: La cagué rebien. Los muchachos tenían la ilusión más grande, un talento colosal, pero el míster más boludo. ¿Quién da más? Me perdió el pico como a los chulos de callejón, y estuve más a embromar sobre el contrario y a montar quilombos en los medios, que a preparar los choques en la cancha. Dios no me prestará su mano más ya, y no le culpo.

Nunca fui muy alto, pero ya mengüé tanto como persona que ni me saludo.



Julio de 2010

3 comentarios:

  1. Seguro que alguien le habrá dicho ya:
    "dejá ya de lamentaros, che" :)

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  2. Muy original!
    Cortito pero intenso.
    La frase de apertura va a por todas, atrapa, y la de cierre admirable con su punto irónico.
    La culpa y la frustración personal, menuda carga tan pesada.

    Pero este Ocelote que camaleónico!!
    ¿Qué pasó pibe? ¿Te tomaste un mate y se deslizó el acento entre las teclas?

    Keira

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  3. Seguro, Sinu. Porque seguro estoy de que, en el fondo, este hombre está defraudado consigo mismo.

    Cuando busqué una ilustración para el texto, encontré caricaturas de Maradona, de la época en la que la excentricidad y otras cosas le pusieron en el disparadero. Pero al final, creo que prefiero recordarle como un futbolista excepcional. Lástima que no se pueda tener todo.

    Hola Keira. Buscar términos usados por los argentinos (me encanta como hablan) era una de las gracias de la cosa.

    Un saludo a las dos.

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